sábado, 30 de julio de 2011

Cuando se pierde un amor

Cuando se pierde un amor en tu visión y en tu mente, cambia todo.
Todo pierde sentido, el mundo se vuelve tu enemigo.
Cuando se pierde un amor todo en absoluto, absolutamente todo, y es un peligro.
Cuando se pierde un amor la lluvia moja tu alma y esa nube nublada sigue tus pasos.
El cielo azul cambia a gris y en el mar en vez de agua lo que hay es fuego.
Por ese amor te pones débil, te tumba el viento.
No hay palabras que consuelen tus sentimientos.
Una película de amor es lo que vives, donde la víctima eres tu y te deprimes.
Solamente una vez se ama en la vida.
Cuando se pierde un amor, las lágrimas caen de tus ojos con frecuencia.
Tus pupilas te sirven de testigo que aún lloras por el.
Cuando se pierde un amor, el día de enamorados te sientes rechazado, no hay quien te quiera
Cuando se pierden un amor, las teclas del piano no suenan, guitarras sin cuerdas, un hombre sin venas.
Verás al sol sin claridad.
Cuando haiga frío tendrás calor y viceversa.
Aquellas fiestas ya no tienen emoción, y en navidad llorarás en un rincón.
No abra pintura ni color para tu arte, solo un papel sin sentido, sin detalles y solo tu comprenderás a ese pintor.


viernes, 29 de julio de 2011

El Secreto de la Felicidad

Cierto mercader envió a su hijo con el más sabio de los hombres para que entendiera el secreto de la felicidad. El joven anduvo durante cuarenta días por el desierto, hasta que llegó a un hermoso castillo, en lo alto de una montaña. Allí vivía el sabio que buscaba.

Sin embargo, en vez de encontrar a un hombre santo, nuestro héroe entró en una sala y vio una actividad inmensa; mercaderes que entraban y salían, personas conversando en los rincones, una pequeña orquesta que tocaba melodías suaves y una mesa repleta de los más deliciosos manjares de aquella región del mundo . El sabio conversaba con todos, y el joven tuvo que esperar dos horas para que lo atendiera.

El sabio escuchó atentamente el motivo de su visita, pero le dijo que en aquel momento no tenía tiempo para explicarle el secreto de la felicidad. Le surgió que diese un paseo por el palacio y volviera dos horas más tarde.

- Pero quiero pedirle un favor – añadió el sabio entregándole una cucharita de té en la que dejó caer dos gotas de aceite-. Mientras caminas, lleva esta cucharita y cuida que el aceite no se derrame.

El joven comenzó a subir y bajar las escaleras del palacio manteniendo siempre los ojos fijos en la cucharita. Pasadas las dos horas, retornó a la presencia del sabio.

- Que tal? – pregunto el sabio-. Viste los tapices de percia que hay en mi comedor?. Viste el jardín que el maestro de los jardines tardó diez años en crear?. Reparaste en los vellos pergaminos de mi biblioteca?

El joven, avergonzado, confesó que no había visto nada. Su única preocupación había sido el no derramar la gotas de aceite que el sabio le había confiado.

- Pues entonces vuelve y conoce las maravillas de mi mundo – dijo el sabio -. No puedes confiar en un hombre si no conoces su casa.

Ya más tranquilo, el joven tomó nuevamente la cuchara y volvió a pasear por el palacio, esta vez mirando con atención todas las obras de arte que adornaban el techo y las paredes. Vio los jardines, las montañas a su alrededor, la delicadeza de las flores, el esmero con que cada obra de arte estaba colocada en su lugar. De regreso a la presencia del sabio, le relató detalladamente todo lo que había visto.

- Pero donde están las dos gotas de aceite que te confié? – pregunto el sabio.

El joven miró la cucharita y se dio cuenta de que las había derramado.

- Pues éste es el único consejo que puedo darte- le dijo el más sabio-. El secreto de la felicidad está en mirar todas la maravillas del mundo, pero si olvidarte nunca de las dos gotas de aceite en la cuchara.

El muchacho guardó silencio.

Nunca hay que dejar de lado las pequeñas cosas que están en nuestra vida.

miércoles, 27 de julio de 2011

Sueño Adolescente


Vamos a ir hasta el final esta noche. Sin remordimientos, sólo con amor.

Podemos bailar hasta morir, tú y yo. Vamos a ser jóvenes para siempre.

Me haces sentir que estoy viviendo un sueño adolescente.

No puedo dormir, vamos a refugiarnos y nunca mirar atrás.

Mi corazón deja de latir cuando me miras. Solo ahora creo que esto es real.

Así que tener una oportunidad y nunca mirar atrás.